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Leyendo el artículo "El privilegio de ser eficientes", de @nacho@frankenwolke.com quedé sorprendido, al fin alguien que se percata de que las ayudas y privilegios por aumentar la eficiencia energética se las están llevando precisamente los que pueden afrontar esos gastos. Podríamos pensar que las ayudas y subvenciones las recibe la población más desfavorecida, pero no, hace unos meses salió publicado en prensa este artículo, según el cual la mayoría de ayudas, en general en todos los ámbitos, no sólo por eficiencia energética, se las llevan las clases acomodades e incluso los más adinerados, ya sean grandes terratenientes, empresas de todo tipo, compradores de coches eléctricos o personas con el dinero o la capacidad de endeudamiento suficientes como para acometer la construcción o reforma de sus viviendas o, como en el caso del artículo que menciono, de ponerse a instalar placas solares:

Y no es que las placas solares sean muy caras, realmente ese gasto está al alcance de gran parte de la población. Pero es que he visto subvenciones y ayudas tremendas en otros ámbitos, de decenas o hasta centenares de miles de euros a personas que realmente no las necesitan y para proyectos tan absurdos como, por ejemplo, la reforma de una masía. Pero también muchísimas ayudas para cambio de ventanas, instalación de sate, placas solares... En todo caso, obras que el ocupante tipo de los pisos que yo llamo "pisos tito Franco" (pisos viejunos construidos durante el franquismo) y en general las familias menos favorecidas no pueden permirirse.

En el ámbito del coche eléctrico llama la atención las sucesivas ayudas y descuentos de los que sólo se benefician aquellos que pueden permitirse pagar 30,40, 50.000.-Euros o más en uno de esos cochecitos eléctricos. Y otros beneficios que no son ayudas, como reservas de aparcamiento o poder circular por donde quieran, las limitaciones de las zonas de bajas emisiones no son para los ricos. En los concesionarios están desesperados, apenas venden coches nuevos, los compradores están abrumados ante la variedad de opciones de motorización: diésel, gasolina, híbridos, híbridos enchufables, eléctricos... Al final las clases menos favorecidas optan por mantener sus viejos coches hasta que se caigan a cachos. De hecho el parque automovilístico español está envejeciendo rápidamente. Me comentaba un vendedor de coches que el prototipo de comprador de coche eléctrico son parejitas acomodadas de funcionarios o empresarios adinerados que acaban llevándose todos los descuentos que van saliendo. El trabajador y autónomo medio miran pero no compran, optan por mantener su viejo coche a toda costa. Y qué decir de los talleres, están haciendo reparaciones inimaginables hace 15 o 20 años. Por aquel entonces un simple cambio de embrague podía suponer comprar un coche nuevo, ahora es habitual hacer reparaciones mucho más caras y complejas, la gente no está dispuesta cambiar de coche, hay que mantenerlo como sea.

El primero es que se están clasificando energéticamente a las edificaciones según su consumo y emisiones por unidad de superficie, no se considera el consumo ni emisiones totales, y tampoco el consumo y emisiones por ocupante de la vivienda. En este sentido llegamos a la paradoja de que una vivienda de lujo de obra nueva con una ratio de 100 m2 por ocupante puede tener una letra A, mientras un piso de los años 70 por reformar con un ratio de 10 m2 por ocupante y un consumo energético neto y emisiones muy inferiores a una vivienda de lujo, puede tener una letra E,F o G. Y esto tiene y tendrá unas implicaciones tremendas puesto que las nuevas normativas irán orientadas a prohibir la venta y alquiler de viviendas que no superen una determinada clasificación. Se forzará a la gente a reformar sus edificios, pero claro, ¿cómo vas a obligar a unas familias que no han puesto ascensor en su edificio de 50 años de antigüedad a revestirlo de sate, cambiar todas las ventanas y sustituir las calderas de gas por aerotermia. Parece una broma.

El segundo de los errores es la no consideración en la clasificación energética de las emisiones y consumo energético en el proceso de extracción de materia prima, fabricación y puesta en obra de materiales de construcción. Es evidente que el consumo energético derivado de la construcción de una vivienda nueva, y más de lujo, es muy superior al que pueda generar un edificio ya existente. ¿cómo puede ser que una vivienda de lujo tenga una letra A si para su construcción se ha contaminado una auténtica barbaridad mientras que una vivienda vieja que no va a contaminar nada por ese aspecto acabe siendo sancionada con una clasificación mucho peor?. Si trasladamos esta reflexión al campo del coche eléctrico podemos llegar a la misma conclusión, mantener en funcionamiento un coche viejo es menos contaminante que fabricar un coche nuevo repleto de nuevas tecnologías, muy pesado, lleno de litio y programado para ser obsoleto en pocos años.

El tercer error, no considerar para nada la forma en que se usan las viviendas y cómo viven sus ocupantes. Parten de unas temperaturas de confort demasiado elevadas en invierno y no consideran cómo vive la gente. No se debería clasificar energéticamente a las viviendas, sería más razonable clasificar a sus ocupantes. ¿qué es más eficiente, la casa de lujo con un ratio de 100m2 por ocupante o el piso de 70m2 construido en 1970, en el que viven seis personas y en el que se calientan con un par de radiadores eléctricos y unas mantas?. Repito, sería más razonable clasificar a las personas que a las viviendas. Sería un poco distópico pero también ya puestos más justo. Incluso, ya que a nuestros gobernantes les gustan tanto las nuevas tecnologías y la mierda esa del blockchain, podrían crear una base de datos inalterable y descentralizada en la que asignar una cuota intransferible de emisiones por habitante y año. Pero no interesa, los ricos deben tener derecho a contaminar más, merecen ese privilegio, porque ellos lo valen. Sobre cómo es posible vivir reduciendo al máximo tus emisiones para calentarte gastando muy poco dinero, recomiendo esta lectura:

Y es que es evidente, si te abrigas lo suficiente reduces el consumo y lo de menos es qué clasificación energética tenga tu vivienda. A modo de ejemplo este invierno en casa no hemos superado los 15ºC, simplemente estando adecuadamente vestidos con pantalones y forros polares, los más baratos. Con apenas un gasto de 200.-Euros tenemos ropa adecuada y cómoda para estar en casa apenas sin calefacción. Y esa ropa nos durará bastantes años. Mi ubicación, provincia de Lleida, bastante frio en invierno.

No sé si alguien se ha dado cuenta pero parece que el gobierno no tiene un plan serio respecto a eficiencia energética. En lugar de ser ellos los que se pongan manos a la obra y destinen una gran cantidad de recursos, de forma organizada, a la mejora energética de las viviendas, optan por legislar para forzar a que sean los propietarios los que lo hagan y finalmente destinan dinero público en forma de subvenciones para que sólo las clases pudientes puedan gozar de una vivienda "sostenible". Es un plan poco eficiente, prácticamente saldría a cuenta que el propio estado se pusiera a aislar viviendas antes que malgastar el dinero en subvenciones para chaleteros.

Voy a contradecirme a mí mismo. Aunque parece que no hay un plan realmente sí lo hay, un plan muy viejo, el de siempre, destinar el gasto público a la "dinamización" de la economía. Literalmente regalar dinero a los pudientes para que gocen de ser "sostenibles", pero a un elevado coste, seguir aumentando la deuda pública con un gasto completamente improductivo. Toda esta fiesta de deuda pública la vamos a pagar, tarde o temprado, cediendo parte de nuestra soberanía a nuestros acredores. Y se hará privatizando servicios públicos o convirtiéndolos en concesiones administrativas. Aplaudimos con las orejas cuando los políticos malversan nuestro dinero y nuestro futuro para construir aeropuertos sin aviones, financiar televisiones públicas sin audiencia o abrir universidades sin alumnos, pero todo eso se acaba pagando, así que no lloremos cuando llegue el momento ni pensemos que los malos son los fondos de inversión, los malos están en la administración pública, desde el último alcalde hasta el presidente del gobierno. Gocemos con la deuda pública:

Parece que el gobierno está más interesado en mover nuevos sectores económicos relacionados con la eficiencia energética que en conseguir que seamos un país realmente más eficiente. Además, todo esto se hace a costa de una brutal dependencia tecnológica de los cachivaches que nos vende China y no sabemos fabricar aquí: equipos de aerotermia, placas solares, baterías, coches eléctricos, equipos de recuperación de calor, geotermia...para flipar. Hace poco estuve en una vivienda que tenía literalmente de todo: geotermia+aerotermia+suelo radiante+placas solares+recuperación de calor...y encima profundamente domotizada, casi como si se tratara de la ISS, para estar permanentemente acojonado por si falla algún sistema. ¿realmente es ese el paradigma de sostenibilidad que queremos? Y mientras tanto la familia del pisito tito Franco bien abrigadita y sentados alrederor del brasero, joder, me recuerda a las escenas familiares de la película "Charlie y la fábrica de chocolate", esa familia sí que era eficiente, radicalmente eficiente.

La falsa sostenibilidad a la que nos quieren llevar

Una eficiencia energética mal planteada

Gobiernos sin un plan

El único plan, mover la economía, a un elevado coste.