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Legitimando la Renta Básica Universal

2021-06-01


Se me ocurrió escribir este artículo o reflexión durante una conversación durante la cual salió el tema de la renta básica universal. Mis interlocutores eran un funcionario municipal, un profesor en eterna baja por depresión, un prejubilado de banca y el alcalde de aquel pueblo, éste último un tipo sin curriculum conocido pero que vive de la política, sin trabajar. Lo sorprendente de la conversación es que al salir el tema de la renta básica universal todos ellos se pusieron a repudiarla de forma furibunda e insultando a los supuestos receptores de la misma tildándolos de vagos y utilizando el argumento de que con la renta básica universal nadie querría trabajar. Yo no voy a negar esa posibilidad pero me resultó llamativo que unos sujetos, miembros de lo que yo designaría como "casta extractiva", se pusieran a berrear y ladrar contra la renta básica universal. Tras esa conversación y varios días de profunda reflexión llegué a una clara conclusión sobre la renta básica.


La renta básica universal debe aplicarse de forma perentoria para todos los ciudadanos, ya, por un simple motivo, porque la renta básica ya existe de facto. El problema es que la renta básica actual la está recibiendo toda esa "casta extractiva", en forma de unos salarios desproporcionadamente elevados para el escaso o nulo trabajo que realizan. Si hiciéramos un listado de todos los beneficiarios de esas rentas públicas y en muchos casos privadas, que son completamente despreocupadas, no pararíamos. Y es que España es el país del tráfico de influencias, del enchufismo y del privilegio. Pero hagamos un intento, en esa casta incorporaría a gran parte del funcionariado, a todos los políticos, jubilados de lujo y prejubilados de banca y empresas públicas, notarios, registradores, farmacéuticos con farmacia, estibadores, controladores aéreos, gran parte de los empleados y mandos de empresas públicas y concesionarias de todo tipo, el mundillo de la subvención a medios de comunicación y la cultureta en general, etc. Posiblemente cada uno de nosotros seamos capaces de ampliar casi hasta le infinito ese listado con las sinecuras que conocemos en nuestro entorno cercano. Realmente España no se caracteriza por la meritocracia, así que, sobretodo la clase política y funcionarial suele ser de lo peor que podamos imaginar.


A todo esto deberíamos incluir un grave problema que vengo observando en España desde hace años, y es que para el gobierno no existen clases sociales. No podemos hablar de ricos y pobres y tampoco asociar la imagen del rico con la del empresario y el pobre con la del trabajador. Más bien podríamos decir que en España hay dos clases de personas, las que viven directa o indirectamente de los recursos públicos y el resto, saltimbanquis laborales y "empresariales" que intentamos sobrevivir con trabajos cada vez más precarios e intentando montar empresas con todo tipo de dificultades y sin ninguna garantía de éxito ni de futuro. Y las políticas gubernamentales van orientadas no a luchar contra la pobreza y reducir las desigualdades sino a satisfacer al número necesario de "colectivos" que le permita ganar las próximas elecciones. Y por "colectivos" me refiero a que el gobierno intenta satisfacer a funcionarios, jubilados, el mundillo de la cultura y la prensa, mujeres, gays, animalistas, ecologistas, inmigrantes etc, hasta llegar al número de votos suficiente para gobernar. Como he comentado, para el gobierno no hay ricos ni pobres, te toca estar dentro de algunos de esos colectivos para tener algún tipo de beneficio, de lo contrario ni existes.


Pero es que además no podemos olvidar que hay alguien más beneficiado todavía, que cobra o ha cobrado una "renta básica" milmillonaria. Es el caso de todo el sistema financiero español, culpable en primera instancia de las terribles consecuencias de la burbuja inmobiliaria y que ha sido rescatado con dinero público de una forma vergonzante, a pesar de que, en mi opinión, gran parte de los banqueros de aquella época deberían estar en la cárcel por literalmente haber creado dinero de la nada a través del crédito hipotecario sin respaldo, sobrevalorando ellos mismos los bienes utilizados como garantía de los propios créditos que ellos concedían. Sobre este tema me extenderé en otros artículos porque es un tema que da mucho de sí pero os recomiendo informaros acerca de cual es el mecanismo de creación del dinero porque el dinero no lo crea el Estado ni el gobierno ni está respaldado por oro, no, el dinero lo crea la banca privada a través del crédito, el dinero nuevo es una simple anotación contable en los ordenadores de los bancos. Por eso si alguno de vosotros debe dinero al banco, no tengáis ningún tipo de dilema moral, ese dinero no existía antes de prestároslo, no es el dinero ahorrado por unos ancianitos tras una vida de duro trabajo.


Pero sigamos profundizando en el asunto, tampoco podemos olvidarnos de un colectivo en este caso muy castigado, el de los jubilados cuya jubilación es resultado de una vida laboral precarizada hasta extremos insospechados, fruto de una gran temporalidad y discontinuidad laboral con salarios de miseria, falsas medias jornadas y todo tipo de abusos. Personas que tras haber sido castigados con una mierda de trabajos son "premiados" con una pensión de miseria total, una forma de tortura hasta la muerte mientras que, los que durante su vida laboral han gozado de la sinecura pública con trabajos despreocupados, son de verdad premiados con jubilaciones de auténtico lujo, muy superiores incluso al salario medio de la gente más joven que tiene la suerte de tener trabajo. Esos jubilados maltratados merecen algo más, el estado debe aumentar esas pensiones garantizándoles una renta básica, como mínimo equiparable al salario mínimo.


Total, con todo el panorama español de enorme desigualdad, gran parte de ella por culpa del propio estado y los sucesivos gobiernos, sólo se me ocurre que es de una enorme justicia social que todos los españoles reciban una renta básica universal de por vida que garantice una vida digna, independientemente de las consecuencias que pueda tener adoptar esta medida. El problema es que para ello primero se debería reducir mucho el gasto público, los privegios y sinecuras de unos pocos para beneficiar a muchos, y eso no va a pasar. Como a un político se le ocurra decir algo tan evidente como que se deben bajar los salarios públicos y las pensiones más altas para reducir el gasto público y poder asumir el pago de una renta básica universal, se lo comen, no dejan de él ni los huesos. Pero tiempo al tiempo, la pirámide de población invertida está ahí, es cuestión de tiempo que las cosas cambien, la estafa no puede continuar.


Por mi parte lo tengo claro, al próximo gilipollas acomodado que me diga que la renta básica universal no es posible porque la gente no querría trabajar, le giro la cara a hostias.


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