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2021-10-01
AutoCAD es el programa de CAD de uso más extendido desde hace cuatro décadas. Yo mismo, por desgracia, he sido usuario de ese software privativo, desde principios de los años 90.
AutoCAD fue para mí una profunda decepción desde pocos años después de empezar a usarlo debido a los cambios introducidos en sus frecuentes actualizaciones. Las actualizaciones iban introduciendo algunas pocas mejoras que aumentaban la productividad en el dibujo pero poco a poco me fui dando cuenta de que las nuevas versiones ya no introducían auténticas mejoras, simplemente incorporaban alguna funcionalidad prácticamente inútil recargando el programa para nada y haciendo que cada vez necesitaras una máquina más potente, pero eso sí, cambiaban el formato de archivo .dwg.
Autocad licenció en 1982 el formato privativo binario .dwg, del que ojo, sacaron unas 18 versiones sólo entre 1982 y 2009, una auténtica pesadilla para sus usuarios, puesto que creaba problemas de compatibilidad, y finalmente al ser propietario forzaba a adquirir una licencia si querías visualizar y editar tus dibujos. También en 1982 Autodesk crea el formato de código abierto .dxf para facilitar la compatibilidad con el resto de software CAD y con todo tipo de maquinaria que requieren leer dibujos.
Realmente cuando un programa de CAD es capaz de dibujar todo lo necesario, líneas, curvas, cotas, colores, texto, sombreados, etc...poca o ninguna novedad se le puede añadir a una nueva versión. Simplemente el dibujar en 2D, es un problema plenamente solucionado desde hace décadas. Pedir más novedades y funcionalidades sería equiparable a exigir a Staedtler que año tras año mejore las características de los clásicos lápices de dibujo o que un simple compás o una escuadra estuviera constantemente cambiando su diseño. Sería imposible porque simplemente ya cumplen su función. De hecho en los últimos 30 o 40 años no he visto ninguna novedad tecnológica ni de diseño al respecto. Joder, milagro!!!, mi compás de hace 40 años todavía hace círculos.
La cuestión es que las compañías que fabrican herramientas físicas para dibujar tienen un flujo constante, aunque posiblemente cada vez más bajo, de ingresos debido a que ese material sufre un desgaste y se puede estropear. ¿pero qué pasa con una compañia que vende un software para dibujar cuando el problema de dibujar ya está resuelto? Pues que para mantener un flujo constante de ingresos debe optar por todo tipo de estrategias imaginativas, que en el caso de AutoCAD pasan por:
Comercializar el software por suscripción, cada año a renovar, como si compraras un juego nuevo de estilógrafos pero caro de cojones
Modificar los archivos .dwg de forma que no sean compatibles con versiones viejas del programa, creando un quebradero de cabeza para muchos técnicos a la hora de intercambiar archivos y en definitiva forzando al usuario a renovarse contínuamente. Renovarse en nada porque el programa es el mismo, pero toca pagar en definitiva.
Pero el asunto va mucho más allá, para entender la estrategia comercial y modelo de negocio de AutoCAD y posiblemente de gran parte del software privativo que todavía existe debemos referirnos a varios sesgos cognitivos explotados por ese tipo de empresas. Los sesgos cognitivos nos acompañan durante toda nuestra vida, son atajos mentales incrustados en lo más profundo de nuestro ser y que nos ayudan a tomar decisiones de forma rápida y casi involuntaria:
Sesgo de autoridad: Confiamos y estamos más a menudo influenciados por las opiniones de las figuras de autoridad. Es el sesgo que aprovechan introduciendo AutoCAD y otro software privativo en la universidad de forma gratuita y regalando licencias para estudiantes. Si en la universidad imparten cursos de Autocad por algo será.
Efecto de anclaje: La tendencia a confiar demasiado en la primera información que nos ofrecen a la hora de tomar una decisión. Otro motivo para introducirte en AutoCAD nada más entrar en la universidad o incluso antes, cuanto antes mejor.
Más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer: Una vez controlas AutoCAD y sabes que funciona, mejor no intentar probar otro software CAD, aunque seguir usando AutoCAD sea caro y obligue a muchos usuarios a usar software pirata.
Falacia del costo hundido o aumento del compromiso: La tendencia a invertir más en cosas que nos han costado algo en lugar de alterar nuestras inversiones, incluso si nos enfrentamos a resultados negativos. Nos gastamos dinero en cursos, en licencias...es toda una inversión, equivocada, pero no queremos admitirlo y seguimos gastanto más y más tiempo y dinero. Esto me recuerda en algo a los usuarios de Apple.
Sesgo de riesgo cero: Preferimos reducir los pequeños riesgos a cero, antes incluso que buscar otras soluciones que pueden ser mejores. Si no dedico ni un sólo día a intentar aprender otro software reduzco el riesgo a cero, es evidente.
Sesgo de status quo: Tendencia de algunas personas a valorar o apreciar en mayor medida las cosas que permanecen estables. Esto es inevitable un programa con 40 años de antigüedad ya nos parece todo un estándar imposible de cambiar. El CAD es AutoCAD, punto, no se admiten otras opciones.
Toda esa serie de maniobras y sesgos conduce a una fuerte dependencia de los técnicos hacia ese software y formatos privativos. El resultado, tener que pagar una licencia de varios miles de euros anuales simplemente para hacer rayas, una barbaridad. Imaginaos, técnicos recién licenciados, sin trabajo, y que se tengan que gastar esos dinerales, es imposible. La solución "fácil" que adoptan muchos técnicos es usar versiones crackeadas de AutoCAD, pero eso plantea una serie de riesgos y problemas:
Hoy día casi todo el software privativo hace conexiones a casa, no nos equivoquemos, tu versión crackeada de AutoCAD conecta con Autodesk, saben que lo estás usando. Hay un riesgo evidente de denuncia.
Es muy probable que tus dibujos estén marcados con esa licencia crackeada, si adquieres la licencia y los abres sabrán que antes de tener licencia usaste el programa crackeado.
Si AutoCAD decide volver a cambiar el formato no podrás abrir y editar los archivos que te envíen otros técnicos a menos que pagues, te esperes a una nueva copia crackeada o uses otro software privativo que sea medio compatible con .dwg. Es un círculo vicioso interminable.
Si haces lo correcto, que es dejar para siempre AutoCAD y pasarte a software libre y al formato .dxf, olvídate de tus archivos .dwg, no los podrás abrir.
Veamos un simple foro en el que hablan del asunto, los comentarios no tienen desperdicio y nos hacen pensar en lo que sería el mundo del software si no existiera el software libre, una auténtica distopía, imaginaos que pasara esto con todo el software que usáis:
Total, haceros a la idea, usar AutoCAD por la vía legal o crackeado plantea el problema de que tarde o temprano vuestros dibujos no serán tuyos. Por eso hay que tomar medidas:
Guarda siempre una copia en dxf de tus dibujos
Si trabajas con otros técnicos o equipos, exige que te faciliten archivos dxf, no dwg.
Reflexiona, ¿de verdad necesitas AutoCAD para lo que dibujas?¿tiene alguna funcionalidad imprescindible para tí?
Dale una aportunidad al software libre, a Qcad y a LibreCAD. En una par de días descubrirás que puedes hacer los mismos dibujos 2D que haces con AutoCAD.
Desinstala para siempre AutoCAD
Todo lo anterior se refiere a los archivos dwg y al dibujo en 2D, que es lo que usan la mayoría de técnicos de todo tipo, en el mundo del 3D la guerra es otra, sinceramente hay que ser gilipollas para usar software 3D privativo existiendo Blender. Pero después está el nuevo mercado que se ha abierto a las empresas de software con del BIM, Building Information Modeling, un puto caos con una dispersión total de sistemas y plagado de software privativo carísimo, una brutal complejidad añadida que no aporta una mayor productividad ni un mejor diseño, sólo un quebradero de cabeza adicional, y que apenas usa nadie. El problema es que a la administración pública les han sabido vender el BIM y desde hace unos años la Ley de Contratos del Sector Público obliga a que se use. Con la dispersión de software y sistemas que hay, o se crea un estándar de archivos y software BIM libres y gratuitos o el BIM fracasará estrepitosamente. Mientras tanto, en mi caso, LibreCAD y Blender.
Próximamente un artículo tras unas semanas trabajando con LibreCAD, el programa que considero junto a Qcad, la evolución natural del mundo del CAD hacia la libertad del usuario.
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