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(Publicado originalmente el 7 de julio de 2021 en Twitter)
Hoy hace 15 años nos dejaba el gran Mícheál Ó Domhnaill, uno de los músicos a los que más he admirado.
Quiero hoy rendirle un pequeño homenaje.
Michéal nació en 1951 en el Condado de Meath, Irlanda. Su padre hablaba lengua gaélica irlandesa y se dedicaba a recolectar música popular. En su casa estuvieron desde pequeños inmersos en la música tradicional.
Pero si hay un personaje fundamental para Michéal y sus hermanas fue su tía Neilí. Ella tenía un vasto repertorio de canciones provenientes de Rann na Feirste, su pueblo natal en el Ulster. De Neilí aprendieron muchas canciones que incluirían en su primera grabación.
Fue en el University College de Dublín donde Mícheál, Tríona y Maighread se juntaron con Dáithi Sproule (futuro miembro de Altan) para formar el grupo Skara Brae y dar forma de disco a esas canciones de su tía.
Lo que hay en este primer disco, grabado con muy pocos medios en 1971, es oro puro.
Poco después, en 1974, Micheál se une a Mick Hanly para formar el efímero grupo Monroe, que se unió a la efervescencia del renacimiento de la música celta que se estaba dando aquellos años. Con el honor de acompañar de gira a los, ya consagrados, Planxty.
Pero todo lo que había hecho hasta entonces quedaría eclipsado muy pronto. En 1974, Mícheál se une a un supergrupo. El nuevo grupo se llamó The Bothy Band y literalmente explotó en la escena folk.
Sus compañeros de viaje fueron su hermana Tríona Ní Dhomhnaill (piano y voz), Matt Molloy (flautas), Paddy Keenan (gaita y whistle), Dónal Lunny (bouzouki, guitarra y producción) y Paddy Glackin (violín).
La importancia de la Bothy Band se explica viendo la espectacular carrera que han seguido todos sus miembros. Sus actuaciones en la BBC se han hecho míticas y muchas de ellas se editaron muchos años después como auténticas reliquias.
La aventura de la Bothy Band duró poco. Como suele ocurrir con los grupos formados por miembros muy renombrados, los diferentes proyectos de cada uno fueron disgregando la banda.
En este momento, los hermanos Domhnaill toman una decisión drástica: lo dejan todo y emigran a Estados Unidos, donde el renacimiento celta estaba pegando fuerte.
Aunque la escena celta en América estaba sobre todo en las zonas de influencia irlandesa de la costa este, ellos deciden lanzarse a una aventura en Portland (Oregón) en el naciente sello discográfico independiente Windham Hill, que posteriormente se haría mítico.
En un primer momento, los hermanos siguen en América caminos separados. Tríona forma una efímera banda llamada Touchstone, mientras que Mícheál se une al violinista Kevin Burke.
En el disco Promenade de Burke & Ó Domhnaill se encuentra una de las más bellas interpretaciones, una absoluta delicatessen que se ajustaba como un guante a las cualidades vocales de Mícheál.
En esta primera etapa americana, Mícheál se casa y se establece definitivamente en Portland. También vuelve a unirse artísticamente a su hermana Tríona, con la que forma dos bandas de forma casi simultánea.
Por un lado, está Relativity, donde los hermanos Domhnaill se unen con los Cunningham (Phil y John), en lo que podemos considerar otra superbanda de músicos consagrados. Grabaron solo dos discos para otro sello emergente: Green Linnet.
Mientras tanto, Míchéal se lanza a un experimento con un músico ajeno al sonido celta, el norteamericano Billy Oskey.
Juntos grabaron en Windham Hill un disco seminal con una mezcla inédita de sonido celta y americano con apariencia de música de cámara con un toque lánguido. Nada podría suponer que semejante producto anticomercial pudiera convertirse en una exitosa carrera.
En vez de intentar explicaros cómo era la propuesta musical del dueto, mejor lo escucháis vosotros mismos en uno de los temas que con más perfección lo resume:
Cuando la pareja tuvo que llevar a los escenarios la música del álbum Nightnoise, se encontraron con que necesitaban más músicos. Mícheál reclutó una vez más a su hermana Tríona, mientras Oskey, por su parte, llamó a un flautista de jazz llamado Brian Dunning.
Ahora Nightnoise pasó a ser el nombre de la banda y con esta formación de cuarteto el grupo siguió grabando discos, con la participación creativa de todos ellos por igual.
Lo que estaban haciendo no lo había hecho nadie antes, era algo nuevo, con toques de jazz, muy acorde con los gustos "new age" de aquellos años, pero profundamente enraizado en las tradiciones celtas.
Los siguientes tres discos: Something of Time (1987), At the End of the Evening (1988) y The Parting Tide (1990) son el núcleo su carrera y una verdadera explosión creativa.
Una de las características más distintivas, y que conservarían hasta el final, era la completa ausencia de cualquier tipo de percusión, que suplía magistralmente Mícheál con la guitarra rítmica.
Su éxito traspasa fronteras. Yo tuve la suerte de verlos en un inolvidable concierto en el Teatro Falla de Cádiz, en la última gira que hicieron con la formación original.
En 1991, Billy Oskey decide tomar otro rumbo creando su propio sello y estudio. Mícheál llamó entonces para sustituirle a Johnny Cunningham, que ya había colaborado en Relativity.
Este cambio supuso un giro importante en el estilo de la banda, y en cierta manera su sentencia de muerte, puesto que ese delicado equilibrio entre las influencias celtas y las americanas quedaba roto totalmente, con un mayor peso para las primeras.
A pesar de ese giro en el estilo, la formación siguió cosechando éxitos con sus siguientes álbumes: Shadow of Time (1993) y A Different Shore (1995).
Estaba claro que el filón creativo estaba ya agotado, y en 1997 graban un disco en directo (The White Horse Sessions) que sería el testamento de Nightnoise. Algunos de sus temas están grabados en España.
Tras el disco en directo, intentaron retomar el grupo con John Fitzpatrick en lugar de Cunningham, pero no cuajó. Lo que grabaron no llegó a editarse como álbum propio, sino en recopilatorios.
A pesar de la naturaleza tan poco comercial de esta música y de editar en un sello independiente, el grupo tuvo un relativo éxito en España, sobre todo gracias al entusiasta apoyo de Ramón Trecet desde su programa en Radio 3.
En 1997, Mícheál volvió a Irlanda y se dedicó a algunos proyectos menores, así como a actuar en programas de televisión.
El 7 de julio de 2006 (hoy hace 15 años) moría de un ataque al corazón, a los 54 años, uno de los músicos más brillantes y talentosos que ha dado Irlanda, que ya es decir en semejante cantera de artistas.
En la memoria de todos sus seguidores queda ese momento en los conciertos en los que los hermanos se miraban con una sonrisa y empezaban a cantar una endiablada tonada que les enseñara su tía Neilí.
FIN
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